«Para los trabajadores resulta humillante un incremento salarial pírrico que equivale a $3,54 cuando aquí todo está dolarizado y la inflación es galopante. En vez de reivindicarnos nos están condenando al hambre y la miseria», enfatiza Domingo González, secretario de organización del Sindicato de Trabajadores Electricistas.
Señala que no se conforman con secuestrarle sus derechos a la clase trabajadora, los han despojado de las prestaciones sociales y para colmo el Día del Trabajador les dan la mala noticia de un incremento que no alcanza ni para comprar un kilo de carne.
«Estamos frente a otra injusticia laboral. No toman en cuenta a lo más importante de un país que es su recurso humano».
«Nuestro contrato colectivo está vencido y engavetado, no contamos con HCM ni servicio funerario, no dan implementos certificados para un trabajo de alto riesgo, los comedores desaparecieron al igual que los consultorios médicos, lo que deja claro las penurias que pasan los que trabajan en la estatal eléctrica».
Denuncia que de manera flagrante violan los artículos 89, 91 y 92 de la Carta Magna y los convenios internacionales, dejando a la masa laboral desprotegida.
Hace un llamado a todos los trabajadores del sector a exigir sus derechos y a rescatar el buen nombre de la compañía que otrora fue una de las mejores del país, donde la dignificación laboral era una máxima./BR/jd