Las calles y avenidas del estado se han convertido en salas de espera para los ciudadanos, las paradas se ven abarrotadas y la gente vive entre la desesperación y la angustia porque casi no se ven buses prestando el servicio.
José Ángel Prada.-
María Zamora tenía más de una hora esperando en calle Los Baños, y aseguró que no llegaban ni los buses piratas “y los pocos que pasaban no se podían abordar porque vienen full y que todo el mundo se quiere montar ajuro”.
Por su parte, José Domínguez tuvo que caminar desde 10 de Marzo hasta Maiquetía.
“Tengo tres días en esto, me vengo a pie desde mi casa hasta aquí y lo mismo para regresarme, porque los choferes no quieren trabajar”, comentó.
En la parada de plaza El Cónsul-Naiguatá, los usuarios tenían hasta cuatro horas esperando un autobús. Luis Castillo indicó que los pocos conductores que estaban trabajando, “cobran lo que les da la gana, y antes de subir”.
Pocos contaron con la suerte de que algunos choferes del Metrobús que provenían de Gato Negro cargaron a lo largo de la ruta, que llega hasta Caribe, e igual lo hicieron en el retorno.