Antes de que una persona se suicide va mostrando algunos comportamientos que son señales inequívocas de que hay un problema subyacente como alteración del estado de ánimo, depresión, descuido en el aseo personal y en la alimentación muestran que en la psique del individuo hay un desequilibrio.
Esta afirmación la hizo el especialista Roger Álvarez, psicólogo clínico de los dispensarios de la Fundación San Pedro Apóstol de Maiquetía, quien detalló que a este paciente se le puede escuchar decir frases como no quiero vivir más, no puedo solucionar este problema, qué pasaría si yo desaparezco, será que este problema termina si yo muero, “por lo que la familia debe estar muy atenta”.
“Estos comportamientos de desaliento son alarmantes y podrían llevarlo a la consumación del suicidio. También hay una emoción persistente de tristeza, de abandono, de despreocupación, de no tener un propósito ni un proyecto de vida. Esto hace mella en el individuo y si no ve salida, llega al suicidio”.
Al preguntarle, qué puede ayudar a una persona a salir de ese estado de depresión, declaró que el entorno familiar y la búsqueda de ayuda profesional. El más indicado es el psiquiatra para atender este estado de salud cuando hay una biología comprometida. “Antes pudiera atenderlo un psicólogo, pero con apoyo de un psiquiatra, porque es una enfermedad”.
“En el cerebro se están viendo afectadas todas las capacidades perceptivas se altera la forma de cómo esta persona percibe su medio ambiente. En los estados depresivos como hay una alteración de la percepción, solo se focaliza solo en el problema sin recurrir a una solución”.
Manifestó que así como en la medicina existe la prevención para evitar ciertas patologías, también en salud mental con la psicología que es una herramienta psicoprofiláctica con el desarrollo de recursos para adaptarnos a nuestro medio ambiente.
“Estos recursos que se pueden desarrollar son la capacidad de resiliencia, adaptabilidad, optimismo y la capacidad de flexibilizarnos a situaciones demandantes”.
El especialista destacó que por primera vez los venezolanos se enfrentan a situaciones difíciles.
Comunicación familiar
Recomienda en primer lugar que la familia esté atenta a esas alteraciones del estado ánimo, la comunicación familiar será muy importante para identificar si existe algún problema y cómo lo está manejando.
En segundo lugar no aislarlo, porque un individuo con depresión suele ser quejoso. Hay que escucharlo, ser solidarios y buscar una solución.
“Entender que está en una posición donde no tiene los recursos cognitivos ni económicos. La escucha familiar es muy importante porque evita se perpetúan algunas conductas como el aislamiento que lleva a la persona a darse sus propias respuestas cuando no hay comunicación, las cuales no son racionales”.
Reiteró que el paciente requiere de la cohesión familiar, de que asuman la responsabilidad de llevarlo a un especialista. La familia es la primera que se da cuenta de que hay un deterioro muy pronunciado, el cual debe ser atendido./jd