“El servicio de transporte es el reflejo de un país quebrado”
* “La ruta urbana ha empeorado y no mejorará sin voluntad política”, expresó William González
Luis López
“Seguiremos mal mientras tengamos que esperar que el Gobierno nos dé los insumos y repuestos. No hay vehículos porque los choferes no tienen cómo ponerlos a rodar. El servicio hoy es el reflejo de un país quebrado”, expresó William González, presidente de la línea José María Vargas.
Al ser consultado sobre el caos del transporte público en Vargas, manifestó que ha empeorado en los últimos meses en la ruta urbana Catia la Mar-Caribe.
Agregó que es imposible mantener un carro rodando 32 kilómetros pagando una tarifa igual que un trayecto corto. “Un chofer que se mueve de la parada de La Soublette al Hospitalito cobra Bs. 2 mil, igual que del Hospitalito a Tanaguarena, lo que es absurdo”.
González hizo referencia a que rutas como la de Naiguatá, en la que cobran Bs. 4 mil, ha permitido que siempre tenga carros disponibles, porque es más atractiva para el conductor.
“Hay pasajeros que van a Macuto, Caribe o Tanaguarena que hacen su cola en esa parada y se movilizan más rápido, pero a Naiguatá el autobús llega con menos de cinco pasajeros. Hemos tratado de hacerles entender esta realidad a las luminarias que manejan el servicio de transporte en el ente municipal, pero no dan respuesta alguna”.
Afirmó que están dejando sola la ruta urbana y choferes migran a la de Naiguatá, Guarenas, Guatire y hasta Valencia. “Hay un desespero por hacerle frente a esta inflación o te puedes quedar sin la comida para la familia”.
Los choferes están cobrando al subir
“La realidad es una sola: la gente no tiene cómo pagar y para evitar esa situación se solicita su pago antes de montarse al vehículo. Hay quienes se van con la cabuya en la pata alegando que no tienen dinero. ¿Cómo hacemos entonces para mantener un servicio en esas condiciones?.
Habló sobre el hijo de un chofer que el pasado domingo fue golpeado porque tres trabajadores de Bolipuertos querían bajarse sin pagar. “Le cayeron a golpes al muchacho simplemente porque les estaba cobrando”.
Agregó que “estamos llegando a un grado de violencia producto de una absurda política populista del servicio que genera cada día más caos y desesperanza. Aún estoy esperando por el Alcalde para que me atienda la llamada desde hace un mes. Así están las cosas con el servicio. Es imposible mejorar si no hay voluntad política”./jd