Rodolfo Ruiz
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El salario mínimo sigue en el tapete y en torno a él ha girado una cadena de eventos que han acabado con el poder adquisitivo de los venezolanos.
En el 2018 el Ejecutivo anunció que quedaría anclado al petro para los siguientes aumentos. Sin embargo, después de pagar aquellos 30 dólares equivalentes a medio petro como sueldo mínimo, la realidad ha sido otra: Ni quedó anclado a la criptomenda ni el salario satisface las necesidades básicas de los trabajadores.
Hoy hay un petro en alza, que ya ronda los $60 (Bs. 157.616. 649), y un bolívar desanclado, cayendo y perdiendo valor cada día. «Si se hubiera honrado la medida de 2018 el sueldo mínimo sería de 78,80 millones de bolívares, que equivalen a 29 dólares y medio, y la situación sería otra», manifiestan los trabajadores.
Expresan que la alimentación del venezolano se hace cuesta arriba y tienen que sobrevivir con 3,54 dólares mensuales, según la tasa oficial del Banco Central de Venezuela, percibiendo el ingreso más bajo del mundo, por lo que muchos se las arreglan para resistir el embate de la inflación desertando de los organismos públicos hacia la economía informal.
Desnutrición galopante
Frente a la pérdida total de la correspondencia entre el costo de la canasta básica y el salario, el venezolano se encuentra ante un panorama en el que solo puede adquirir uno o dos artículos, alcanzando altos niveles de desnutrición.
Las estrategias económicas del último lustro no han funcionado, la aparición de los bonos para cubrir las necesidades básicas demostró ser un fracaso, los programas de alimentación son insuficientes y la red de distribución es ineficiente y corrupta.
Si esto se suma la hiperinflación, el resultado es millones de personas comiendo apenas lo necesario para no morirse, niños con retraso en su crecimiento y adultos presa de diversas enfermedades y complicaciones de salud. La calidad de vida por el piso en uno de los países más pobres del mundo.
Medio cartón de huevos vs salario mínimo
Desilusionados, los varguenses señalan que con el esfuerzo de un mes a duras penas pueden comprar medio cartón de huevos. “Es imposible poder sobrevivir como empleado público, pues al final del día debes hacer magia. Yo trabajo en el aeropuerto y debo salir a la calle a rebuscarme como trabajador informal”, dice Alfredo Gutiérrez.
Por su parte, Roger Amundarain detalla que pareciera que el salario estuviera anclado al medio cartón de huevos. “Es lamentable trabajar tanto para que a final de mes no pueda comprar ni siquiera medio kilo de carne”.
Añadió que viendo la situación se dedicó al comercio informal y puede llevar mensualmente a su casa entre 10 y 15 dólares. “No es mucho, pero puedo pagar otros alimentos que son necesarios”./jd