Los padres que no prepararon a sus hijos para la inevitable sucesión, están condenados a contemplar desde las alturas, como se derrumba su legado. La falta de capacidad gerencial lleva a cualquier empresa privada u organismo público al fracaso, como está pasando en Venezuela y aquí mismo en el municipio Guaicaipuro.
De nada vale tener las reservas probadas de petróleo más grandes del mundo, si hay mala administración, si los recursos no son bien utilizados y multiplicados para que sus beneficios alcancen para todos y lleguen a todos; porque de eso se trata en la administración pública donde el soberano es el dueño y hay que rendirle buenos dividendos, para que pueda ratificar la confianza con su voto.
Pero, esto no parecen entenderlo algunos funcionarios locales, quienes piensan que la inamovilidad laboral les va a garantizar el cargo, sin importar su desempeño. No señor, bájense de esa nube y pónganse a trabajar porque ustedes le están saliendo muy caro a su jefe, el pueblo, que es la primera víctima de su incapacidad.
Un ejemplo muy sencillo es la tragedia que se presentó en el kilómetro 19 de la Panamericana porque funcionarios de nivel medio de Hidrocapital no hacen bien su trabajo y son hasta indolentes. Estos repararon una avería y dejaron la tremenda tronera abierta, sin ni siquiera poner la señalización mínima requerida. Una joven motorizada, Eylimar, que por cierto era una excelente trabajadora, que fue parte de la familia Avance, cayó y perdió su moto y también su vida.
El colmo es que los culpables de esta muerte, los indolentes funcionarios de Hidrocapital, no se dieron por enterados, y el hueco siguió allí. Y un mes y siete días después, el 29 de noviembre, un joven mototaxista cayó y también se mató, Dos muertes, dos familias enlutadas y afectadas para
toda la vida, por un problema que ha podido solucionarse con pocos recursos, pero necesariamente con buena administración y metodología de trabajo eficiente. Y como si esas vidas no significaran nada, el hueco sigue allí, con sus fauces más abiertas, esperando más víctimas, gracias a la incapacidad.
Estas cosas que deberían causar alarma en el gobierno y en la ciudadanía, tienen que ser erradicadas y para ello urge que haya un cambio gerencial. No para que venga gente igualmente incapaz de la oposición u oficialista, sino para que haya un cambio real, con profesionales que sepan trabajar, que sepan administrar y que administren para sumar y multiplicar los grandes recursos con los que cuenta este país.
Basta ya de seguir con un equipo que no solo no sabe lo que es hacer mucho, con pocos recursos en el menor tiempo posible, sino que no hacen casi nada, con muchos recursos y de paso tardan tanto que cuando por fi n llega la solución, se han perdido vidas y bienes, ha habido pérdidas irreparables en un país que está
reclamando soluciones a sus pequeños, medianos y grandes problemas. Grandes, medianas y pequeñas fortunas se han perdido ya. Es hora de exigir equipos gerenciales que rescaten el país y aprovechen los recursos que tenemos
para darle progreso y bienestar a un pueblo que es rico, pero al cual sus pésimos administradores al condenado a la pobreza y no les rinden cuentas con números en la mano, como debe ser./Foto cortesía.