Cada vez son menos los productos que piden los supermercados a sus proveedores, por temor a sanciones. Desde hace varios meses han prescindido de la venta de carne, porque acatar la regulación de precios no es rentable, y ahora tampoco están ofreciendo pollo.
“Tenemos desde el mes de enero sin suministro de pollo, porque venderlo a 65 bolívares el kilo es imposible. Al mayor ya supera los 400 bolívares, por lo que acatar es pérdida. Deben, como siempre se ha sugerido, inspeccionar toda la cadena y llegar a acuerdos justos para todos”, expresó Miguel de Santiago, carnicero de la zona oeste.
Todas las semanas varían los precios en mataderos y granjas, por lo que las carnicerías en su mayoría no pueden mantener las listas de precios. “Por ahora lo que se consigue es la carne de cochino, que supera los mil bolívares. Es lamentable que el único salado disponible cueste casi toda la quincena, por lo menos si se quiere abastecer para una familia de seis integrantes”.
Granos y sardinas tampoco hay. Las opciones para variar el salado en los almuerzos se agotan. Los nuggets de pollo escalaron de 640 a 1.050 bolívares en pocos meses. “Barato no hay nada. La carne regulada llega cada dos meses aproximadamente, e implica una larga cola comprarla”./MEM/ar