* Comerciantes y usuarios exigen a la Sundde una revisión de precios a mayoristas
María Elena Moreno.- Comprar el salado para muchos ciudadanos de a pie se ha vuelto un lujo. Al entrar a las carnicerías y supermercados, lo piensan dos veces antes de entregar no menos de 1.300 bolívares por un kilo de pollo, esta cifra está muy lejos de los 65 bolívares que, según la Superintendencia de Precios Justos, debe costar.
Aseguran que ni siquiera a puerta de matadero se consiguen los precios regulados. “Todas las semanas hay precios nuevos. Lo más barato que podemos venderlo es en 1.100 bolívares. Además, si a eso se suma el gasto en bolsas y demás materiales es imposible vender regulado”, dijo el vendedor José Ángel Torres.
Explicó que las bolsas además de escasas están caras. “Las bandejas también cuestan un ojo de la cara; están sobre los 20 mil bolívares, mientras que el envoplast está sobre los 15 mil”.
Consumidores se quejan de los precios
Con tantas alzas, los varguenses se han visto orillados a aguantar hasta ocho horas de cola en los puntos de venta de la red pública de abastecimiento para conseguir el pollo barato.
Lanzarse estas jornadas maratónicas no parece preocuparles, siempre y cuando tengan la oportunidad de rendir la quincena, así lo asegura Alexis Rodríguez, quien pide a la Sundde “emprender operativos de supervisión en comercios y mayoristas. No es posible que haya que pagar entre 2.000 y 2.500 bolívares por un pollo”. /MEM/ar