Lejos de los 65 bolívares que asegura la Superintendencia de Precios Justos que debe costar el pollo, está el precio real en las calles. Supermercados y carnicerías ofrecen el kilo del ave en no menos de 600 bolívares volviéndose, como otros tipos de carne, un lujo para el venezolano de a pie.
“Ni el pollo nos atrevemos a comprar en la misma cantidad de antes para no enfrentar multas. Por ahora no pedimos el entero sino muslos y alas que están sobre los Bs. 450 el kilo. Nos es imposible acatar la regulación porque pagamos más en cada despacho de los proveedores” dijo Julián Chirinos, carnicero del oeste.
Estas alzas han hecho que la mayoría de los varguenses prefieran aguantar hasta seis horas de cola en Pdmercal y Bicentenario, para llevarse el pollo barato, aunque la mayoría de las veces no alcanza para tanta gente. Además con los aumentos, cada vez son menos los supermercados que ofrecen el producto, lo que obliga a migrar a Pdval y Mercal con tal de abastecerse. MEM/jd