El papa Francisco sufre de la cadera y es sometido a sesiones “regulares de fisioterapia”, reconoció el sábado en Filadelfia (este de Estados Unidos) el portavoz de la Santa Sede, consultado sobre la cada vez más visible renguera del pontífice.
“El papa sufre de problemas en el movimiento de sus piernas. Algunos días está mejor que otros. Durante un viaje como este, en el que debe desplazarse a menudo, está un poco fatigado físicamente. Es normal. Pero felizmente duerme muy bien”, precisó el padre Federico Lombardi, consultado en una conferencia de prensa.
A sus 78 años, el papa, que realizó un viaje de ocho días por Cuba y Estados Unidos, caminó lentamente y rengueando. Cuando sube o baja escalones cerca de un altar o en un atrio, uno de los sacerdotes que lo acompañan a menudo lo toma discretamente del brazo para ayudarlo.