El papa Francisco pidió tener fe y esperanza en el tradicional mensaje de Navidad pronunciado este año desde el interior de la basílica de San Pedro en el Vaticano y no en el balcón central debido a la pandemia.
Desde allí, hizo referencia a Chile, pidiendo que el niño Jesús «ayude a superar las recientes tensiones sociales» y rogó por que se ponga “fin al sufrimiento del pueblo venezolano».
Oró también para que “los nacionalismos cerrados, el individualismo y la ley del mercado no impidan que las vacunas lleguen a todos. ¡Vacunas para todos!», exclamó Francisco.
«Que la palabra eterna del Padre sea fuente de esperanza para el continente americano, particularmente afectado por el coronavirus, que ha exacerbado los numerosos sufrimientos que lo oprimen, a menudo agravados por las consecuencias de la corrupción y el narcotráfico», dijo Francisco, quien cada 25 de diciembre repasa los males y las crisis presentes en el mundo.