El papa llamó a luchar contra la pobreza para acabar con el terrorismo
El papa Francisco llamó hoy a los dirigentes políticos y empresariales a luchar contra «la pobreza y la frustración» mediante una distribución equitativa de los recursos, porque de la carencia y de la injusticia nacen, dijo, los conflictos bélicos y el terrorismo.
«La experiencia demuestra que la violencia, los conflictos y el terrorismo que se alimentan del miedo, la desconfianza y la desesperación nacen de la pobreza y la frustración», afirmó el pontífice durante una recepción del presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, en su residencia.
El papa aterrizó esta tarde en Nairobi en medio de extraordinarias medidas de seguridad, que incluyen el despliegue de diez mil agentes en la capital durante su visita, que se prolongará hasta el viernes.
En su intervención, aludió a la amenaza terrorista bajo la que se encuentra Kenia, donde el grupo yihadista somalí Al Shabab atenta con frecuencia en represalia por el despliegue de sus tropas en el país vecino.
Según el pontífice, «la lucha contra estos enemigos de la paz y la prosperidad debe ser llevada a cabo por hombres y mujeres que creen en ella sin temor, y dan testimonio creíble de los grandes valores espirituales y políticos que inspiraron el nacimiento de la nación».
Francisco recordó a los líderes políticos y empresarios kenianos que «la promoción y preservación de estos grandes valores se confía» a ellos «de un modo especial».
«Ésta es una gran responsabilidad, una verdadera vocación al servicio de todo el pueblo de Kenia», añadió.
Con ese espíritu, el pontífice les animó «a trabajar con integridad y transparencia por el bien común y a fomentar un espíritu de solidaridad en todos los ámbitos de la sociedad».
«Yo les exhorto, en particular, a preocuparse verdaderamente por las necesidades de los pobres, las aspiraciones de los jóvenes y una justa distribución de los recursos naturales y humanos», agregó.
El papa aludió finalmente a la tradición keniana por la que los escolares jóvenes plantan árboles, lo que consideró «un signo elocuente de esperanza en el futuro».
Bergoglio confió en que «Dios acompañe su crecimiento (y) los sostenga en sus esfuerzos por cultivar una sociedad solidaria, justa y pacífica, en este país y en todo el gran continente africano».
«Mungu abariki Kenya» («Que Dios bendiga Kenia», en suajili), concluyó.
Francisco inició en Kenia su primera visita a África, un difícil viaje por la paz y la reconciliación que le llevará también a Uganda y la República Centroafricana, donde predomina la inseguridad.