Para Roberto Smith, dirigente de Voluntad Popular, Venezuela ha entrado en una nueva etapa de lucha cívica, y la era de la marchas sin consecuencias quedaron en el pasado.
Resalta que el CNE intentó dar un golpe mortal al referendo revocatorio, pero no es momento de frustración ni de locura, sino de pensar reflexivamente para dar respuestas contundentes.
Añade que la movilización del 1-S fue una clara manifestación de la fuerza que tiene el referendo revocatorio en el país, pero que ha llegado el momento de la manifestación continua hasta lograr los objetivos.
“El objetivo es recoger millones de firmas sin restricciones en todo el país y que de inmediato, en noviembre, se pueda ir al revocatorio, para que a corto plazo se pase a la elección de un nuevo Presidente en Venezuela”.
Expresa que las condiciones del organismo electoral son inaceptables por varias razones, “no es posible la solicitud de cuotas regionales cuando la decisión es nacional, y que hayan dispuesto pocas mesas en lugares remotos, esto hace difícil el proceso de recolección de las firmas”.
Cataloga de grave el pronunciamiento del CNE en contra del revocatorio. Al hacerse en el 2017 “sería completamente inefectivo, porque saldríamos de Maduro, pero quedaría el madurismo y el perverso régimen del cual él forma parte”.
Indica que el pueblo venezolano está listo para acudir al llamado de la dirigencia nacional y ejercer la máxima presión cívica para lograr cambiar las condiciones de la recolección de firmas.
Asoma la posibilidad de organizar un paro cívico nacional capaz de sumar todas las voluntades, para decirle a Maduro, de manera clara y contundente, que el pueblo lo que quiere es una salida democrática.
“No estamos mendigando, ni pidiendo una salida fuera de la constitución, estamos exigiendo un derecho constitucional para salir de esta crisis que está matando al país”. BR/va