El Obispo bendice a los niños
Invitó a los feligreses a cultivar la gratitud, la humildad y el servicio
Laura De Stefano
“San José se distingue por su humildad, sencillez, disponibilidad y trabajo”, expresó el obispo de La Guaira, monseñor Pablo Modesto González durante la fiesta patronal de la parroquia eclesiástica San José Obrero en Mamo, en Catia la Mar.
Señaló que su ejemplo nos une a todos nosotros y honrarlo es inspirarnos en él, ese es el sentido que tiene el patrono. “Es un ejemplo que nos ayuda ser cristianos, porque nos acerca a la santidad”.
Monseñor manifestó su alegría de estar una vez más en esta comunidad, la primera vez fue el Jueves Santo en la conmemoración de la institución de la Eucaristía. También por celebrar el día de su patrono que es una inspiración para todos, pues nos remite siempre a Dios.
La actividad comenzó con la recepción de bienvenida al obispo de parte de las capillas filiales de Marapa, El Piache, la Capilla y Mamo. Continuó con la procesión de la imagen de San José Obrero por las calles de Mamo hasta la cancha, donde lo esperaban los tambores de San Juan y jóvenes deportistas del sector. De allí prosiguieron hasta la sede parroquial.
En el atrio de la iglesia lo esperaban los feligreses y las integrantes del grupo de Danzas por Amor a Vargas con un magistral joropo. Luego del acto cultural, la imagen del patrono fue entronizada en el interior del templo mientras las Voces de la iglesia Santo Domingo de Guzmán, de Tanaguarena, cantaban el himno del patrono.

La misa fue presidida por monseñor González y concelebrada por los padres José Colmenares, párroco de San José Obrero, Daniel Acosta de Nuestra Señora de Tarmas; Alfredo Bustamante, del Sagrado Corazón de Jesús de la Páez; Armando Villamizar, de María Auxiliadora de Las Tunitas; Ángel Colmenares, de Virgen del Valle en Mirabal; Álvaro Torres, del Santo Cristo de la Misericordia de Punta Mulatos, Jorge Peña de San Miguel Arcángel de Vista al Mar junto a los diáconos José Rafael García y Edward Alaniz.
El trabajo como bendición de Dios
El obispo en su homilía destacó la importancia de cultivar tres elementos fundamentales que son la raíz de la Iglesia. La primera es la gratitud, presente en la eucaristía porque es una celebración de acción de gracias por todo lo que Dios está haciendo en nuestras vidas. “Los padres deben enseñar a los hijos a ser agradecidos”.
El segundo elemento es la humildad, “un valor importante para poder construir una comunidad de gente agradecida, porque sin humildad no hay entendimiento ni fraternidad. El tercer elemento es el servicio. Para construir la comunidad que queremos, tenemos que cultivar estos tres elementos”.
También resaltó la importancia del trabajo, que es una bendición de Dios, y la de que los padres enseñen a sus hijos a no ser personas flojas. “Hay que aprovechar los testimonios de trabajo, perseverancia y constancia. Que entendamos que el trabajo no es una consecuencia del pecado original, sino un regalo de Dios. Hay que enseñar a la gente a hacer las cosas por amor”.
Al final hubo una pequeña representación del patrono San José de parte del joven Joel, quien hizo un monólogo sobre la vida del santo. Monseñor como cierre entonó una alabanza al Señor, demostrando su habilidad musical al tocar la guitarra.