Cargar agua es la opción más barata ante los altos precios que ha tomado el servicio de los camioncitos y cisternas, que se aprovechan de las fallas de abastecimiento por parte de Hidrocapital en muchos sectores del estado.
“El negocio del agua es costoso. El precio de un botellón ronda los 150.000 bolívares, y una cisterna te cobra al menos 50 dólares, con la excusa de que los repuestos son caros o que no consiguen gasolina», denunció Gilberto Gil.
«Me niego a pagar una cantidad tan abismal por un servicio que Hidrocapital debería estar brindando de manera permanente”.
La tarifa de los camioncitos con tanques de 1.000 litros está en 20 dólares y quienes no pueden costear alguno de estos servicios deben zanquear en otros sectores donde haya un llenadero.RM/jd