Diario La Verdad de Vargas

El jeque es el jefe del campeón y también del subcampeón

¡Yo envidio a los cataríes!

Montar un campeonato mundial de fútbol a pesar de todas las limitaciones de un país desértico y de apenas 2 millones 700 mil habitantes de los cuales solo 400 mil son cataríes, es una hazaña, solo comparable con su enorme crecimiento económico y social.

Lo hicieron contra viento y marea, construyeron hermosos estadios de arquitectura futurista, y hasta cambiaron las fechas del mundial, pues en verano la temperatura en ese desierto puede llegar hasta 42 grados centígrados.

Parece un capricho del joven jeque Tamim bin Hamad Al Thani, quien es miembro del Comité Olímpico Mundial y dueño del equipo Paris Saint Germain… el equipo del campeón mundial, Lionel Messi y del subcampeón Kilian Mbappé. Es decir, ¿cómo les digo…? ¡Que envidia esa vaina! La final del mundial se dio entre dos panas del jeque, en la casa del jeque.

¡Es otro nivel!

Eso sí es un lujo, eso sí es disfrutar la vida a sus anchas. ¿Cuáles serán los otros placeres de Tamin? a sus 42 años, y con Europa a sus pies ahora que Rusia dejó de ser un proveedor confiable de petróleo y gas y Catar, muy estratégicamente, rechazó la invasión, al contrario que Arabia Saudí, y los Emiratos, ofreciendo para venderles y por supuesto cobrarles todo lo que necesiten, sin rollos. Y, ¿qué tiene Catar que no tenga Venezuela? ¡Nada! Bueno, mucha arena, más que en los Médanos de Coro, pero mucho más.

Claro tienen las reservas de gas más grandes del mundo, mientras Venezuela ocupa la posición número 5, pero en cambio nosotros tenemos las reservas de petróleo más grandes del mundo. Es en serio: Nosotros tenemos más recursos naturales que Catar, cuyo territorio es desértico y muy pequeño, y podemos crecer mucho más que ellos, solo se necesita que el Gobierno del presidente Nicolás Maduro decida tomar el rumbo que más conviene a nuestro país petrolero y gasífero, que él tiene todo para lograr una mejor gestión que nos saque de la miseria que hoy padecemos.

Quizás no lleguemos a ser uno de los países más ricos del mundo, como Catar, Dubai, Abu Dabi, Arabia Saudita, Baréin, Kuwait, como todos los países petroleros, pero por lo menos merecemos que se pueda terminar con esta agonía y sufrimiento del pueblo.

Rómulo Herrera

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