María Lourdes Arráez.- El Gobierno de Nicolás Maduro está signado por un comportamiento torpe y errático en muchas áreas, pero especialmente en la económica. Sigue con los errores del pasado y esto agudiza la catástrofe que padecemos los venezolanos, asegura el diputado al Parlasur, César Alonso.
Señala que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) validó el decreto de guerra económica y le concedió “poderes infinitos” para atacarla, aún así el resultado sigue siendo el mismo para el pueblo.
“En el imaginario del Ejecutivo Nacional hay una cayapa en contra de Venezuela y ellos no tienen ninguna responsabilidad en esta crisis que hace rechinar el estómago del pueblo”.
Manifiesta que grandes extensiones de terrenos útiles y fértiles pasaron de ser productivos a convertirse en estériles e inoperantes. Las empresas como Agropatria fueron liquidadas bajo la complicidad de muchos que sabían que era una locura, pero que aun así lo apoyaron, esto trajo una destrucción del aparato productivo.
“Con la ocupación de Kimberly-Clark vuelven a insistir en los errores que nos han hundido a esta crisis criminal que está destruyéndonos. El gobierno no entiende que debe dar confianza para que la economía pueda sanearse y los inversionistas puedan traer su dinero a nuestro país”.
Explica que el gobierno insiste en el tema de la distribución como la causa de las colas inhumanas que tienen que hacer todos los días los habitantes de este país. No asumen que el tema es producción ya que no se puede distribuir lo que no se produce o en su defecto lo que no se puede importar.
“El lanzamiento de este nuevo plan de abastecimiento anunciado por Maduro es más de lo mismo, pero con el componente nuevo de querer entregar a los militares el destino de la alimentación del pueblo. Las experiencias en la conducción administrativa gerencial de los militares en nuestro país ha sido terrible y la corrupción ha tenido una incidencia gigante”. MLA/jd