El fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, ha solicitado este lunes al tribunal la emisión de órdenes de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamin Nentanyahu, así como el líder de Hamás, Yahya Sinwar, entre otros, por presuntos crímenes de guerra y de lesa humanidad.
Khan indicó en un comunicado que tramitó las órdenes de detención Netanyahu y su ministro de Defensa, Yoav Gallant, por crímenes como «matar deliberadamente de hambre a civiles», «homicidio intencionado» y «exterminio y/o asesinato».
Asimismo, el fiscal solicita autorización a los jueces para emitir órdenes de arresto también, además de contra Yahya Sinwar, jefe de Hamás, contra Mohammed Diab Ibrahim al Masri, conocido como Deif y comandante de las Brigadas Al Qassam, brazo armado de la organización, y contra Ismail Haniyeh, jefe de la oficina política de Hamás.
«Mi oficina sostiene que las pruebas que hemos recopilado, incluidas entrevistas con sobrevivientes y testigos, material de video, foto y audio autenticado, imágenes satelitales y declaraciones del grupo de presuntos perpetradores, muestran que Israel ha privado intencional y sistemáticamente a la población civil en todas las partes de Gaza de objetos indispensables para la supervivencia humana», argumenta Khan. Además, subraya que las solicitudes presentadas hoy a los jueces son «resultado de una investigación independiente e imparcial» de su oficina. Y no es la primera vez que investiga crímenes en los territorios palestinos.
Airadas reacciones en ambos lados
El anuncio ha sido muy criticado, tanto por miembros del gobierno israelí, que desde hace semanas teme que pueda emitir una orden así contra Netanyahu, como desde Hamás. La decisión «equipara a la víctima con el verdugo» y anima a Israel a continuar su «guerra de exterminio» en Gaza, ha dicho por ejemplo Sami Abu Zuhri, alto funcionario de la organización, considerada terrorista por la Unión Europea y Estados Unidos, entre otros, y cuyos ataques del pasado 7 de octubre dieron origen a la actual guerra en Gaza.
«Establecer paralelos entre los líderes de un país democrático decidido a defenderse del terrorismo despreciable y los líderes de una organización terrorista sedienta de sangre es una profunda distorsión de la justicia y una flagrante bancarrota moral», dijo Benny Gantz, ministro del Gabinete de Guerra israelí. Para el ministro de Finanzas, Bezael Smotrich, el anuncio del fiscal Khan es una «muestra de hipocresía y odio a los judíos». Incluso el líder de la oposición israelí, Yair Lapid, tachó la decisión de «un desastre».