Antes que existiesen Twitter e Instagram, siempre estaba la certeza de contar con Lionel Messi o Cristiano Ronaldo, o los dos, en los cuartos de final de la Liga de Campeones. Dejó de ser así. Los dos máximos referentes de la actual generación se despidieron del torneo esta semana, la primera vez que ninguno de los dos alcanza la etapa de cuartos desde 2005.
El Barcelona fue eliminado por el Paris Saint Germain el miércoles. Los azulgranas acudieron a París con un 4-1 en su contra tras el partido de ida, así que las expectativas eran mesuradas.
Messi replicó al tanto inicial de Kylian Mbappé con un soberbio remate al ángulo y, cerca del descanso, el delantero argentino dispuso de la oportunidad de ejecutar un penal. Los hinchas azulgranas empezaban a ilusionarse con una remontada similar a la de 2017 — frente al mismo rival y en la misma instancia — pero el arquero Keylor Navas tapó el disparo. El partido culminó 1-1, y el PSG se clasificó.
Un día antes, la Juventus cayó eliminada ante el Porto, en un partido en el que Cristiano reaccionó mal al tiro libre de Sergio Oliveira en la prórroga que representó la clasificación del Porto. Plantado en la barrera, el portugués saltó de espaldas y el balón se le coló entre las piernas y fue derecho a la red. El Porto avanzó en virtud del criterio de goles como visitante al cabo de un empate 4-4 global.
Cristiano se coronó campeón del torneo en cinco ocasiones, una con el Manchester United y las otras con el Real Madrid. Messi ha cumplido toda su carrera en el Barcelona y ha levantado cuatro veces la Copa de Europa. Los dos llegaron a medirse en una final, con Messi y Barcelona como verdugos de Cristiano y el United al vencerlos 2-0 en 2009.
No hay que descartar a ninguno en la próxima edición. Messi, quien cumplirá 34 años en junio, podría irse del Barcelona al final de la temporada al acabarse su contrato y se conjetura que podría fichar con otro club grande de Europa en caso que no alcance un nuevo acuerdo con el cuadro catalán. Cristiano tiene 36 años y aún puede volcar un partido a favor de su equipo.
Pero la nueva generación está tocando la puerta. Erling Haaland, quien tenía apenas cuatro años la última vez que tanto Messi como Cristiano no estuvieron en los cuartos de final, anotó dos goles para que su Borussia Dortmund avanzara. Y Mbappé se convirtió el jugador más joven con 22 años y 80 días que factura 25 goles en la Champions con el penal que convirtió ante el Barcelona.