Visiblemente conmovida la docente Marjellis Martínez expresa que llevó a su hija Rebeca Mora de 7 años de edad a una consulta con el otorrino Julio Casas por presentar problemas respiratorios, “la evaluó en la Charita“.
“Eso fue en el mes de mayo y allí comenzó mi calvario, ya que el médico le indicó un tratamiento que no era acorde para su edad y de allí en adelante mi hija comenzó a convulsionar”.
Indicó que le suministró los medicamentos por tres días y al tercero la tuvo que hospitalizar porque las convulsiones no paraban.
Resaltó que su hija era completamente sana, “no es justo que por una mala praxis mi pequeña este condenada a medicación para evitar las convulsiones“.
Destacó que la niña estudia segundo grado en la escuela Vía y tiene muchas limitaciones por el estado de salud que presenta.
“He ido a la Fiscalía y hasta la fecha el médico no ha dado la cara. Debe responder por el daño causado además de los gastos acarreados porque los exámenes son muy costosos“.
Manifestó que gracias a Dios ha tenido apoyo de la Fundación del Niño, pero faltan muchas pruebas y no tiene los recursos para cubrirlas.
“El deber del doctor Casas es asumir su responsabilidad y los costos para que mi hija pueda sanar completamente”
Hizo un llamado al Fiscal General Tarek William Saab para que interceda en su caso en aras de hacer justicia, “estoy desesperada y necesito de todo su apoyo”.
La pueden contactar a través del número telefónico: 0412-6273868./BR