Rómulo Herrera.- ¡Por favor despierten! El barril de petróleo bajó a 27,87 dólares, Irán está próximo a colocar sus primeros 500 mil barriles diarios, los vehículos eléctricos como el Tesla y ahora el de Chevrolet, ya son un hecho, la economía China decae y nuestro principal cliente, devenido en nuestro archienemigo, ahora es nuestro competidor y está exportando crudo desde finales del año pasado.
El retroceso económico del 2015 calculado en 7%, la inflación de 200%, la más alta del mundo, y el desabastecimiento general, especialmente de alimentos, medicinas y repuestos, se quedará pálido ante lo que se nos viene encima, si no se toman las medidas económicas que se requieren con urgencia.
Gobierno y oposición, si tienen verdadero compromiso con este rico país, que fue el creador de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, que era el principal exportador mundial en la década de los 70, y que cuenta con las más grandes reservas de crudo del mundo, deben ponerse de acuerdo para corregir el rumbo y evitar la “crisis humanitaria”, que algunos analistas advierten.
El Gobierno debe dejar el discurso político, para concentrarse en lo económico y la oposición tiene que dejar de hacerle el juego al Gobierno y trabajar para el cambio económico, que para eso fue que el pueblo los eligió.
Una sociedad dividida es una sociedad enferma. Es el momento de la unión, la reconciliación se puedan funcionar has La crisis ma y, peor, una sociedad enfrentada esrumbo y evitar la «ara que puedan funcionar hasón y el trabajo mancomunado para rescatar el país de esta crisis que se agrava ante los ojos indiferentes de los actores políticos. A unos y otros los eligió el pueblo para que trabajen para su beneficio, el del pueblo, no el propio como hacen algunos. Los servidores públicos que son empleados del pueblo, no sus patrones, deben saber que este país petrolero se sabe merecedor de un presente y un futuro mejor.
No tenemos dólares para comprar, mucho menos para pagar, pero es el momento de activar el aparato productivo nacional, hoy duramente golpeado. Toca al Gobierno recuperar la confianza, dar garantías de que quienes inviertan y trabajen tendrán los correspondientes beneficios, que no habrá más expropiaciones, que AgroIsleña y la hacienda La Marqueseña, son solo una pesadilla. A la oposición: legislar. Crear las condiciones para la gobernabilidad. No es el momento de más política, ni de anunciar revocatorios. Es el momento de la economía. El pueblo se los agradecerá.
Al pueblo: será difícil salir de esta grave crisis provocada por múltiples factores al estilo de una “tormenta perfecta”. Por tanto, prudencia. Portarse bien en el trabajo, para conservarlo; mantener y fortalecer la unidad familiar, también la buena relación con los vecinos y tratar de atesorar lo mucho o lo poco que se tenga en bienes tangibles.