Desde hace más de tres meses se rompió un tubo de aguas blancas en la vía Yate Mar, en Caribe, y allí está ese bote permanente del agua que tanto escasea en los sectores populares, donde tienen que pagar en dólares o cargar en el lomo o en carretilla o cualquier cosa que ruede, para llevar cerro arriba el preciado líquido.
Los trabajadores de Hidrocapital al lugar, trataron de resolver, pero algo pasó, pues persiste la falla, lo que provoca el deterioro del pavimento y la gente sufre por partida triple: se dañan sus calles, los salpican los carros y cuando llegan no tienen agua para bañarse. Cónchale esa broma no es justicia social revolucionaria.
Esta calle es también un foco de contaminación que afecta a los residentes, que esperan que el alcalde José Manuel Suárez le exija a Hidrocapital que no siga botando el agua y se responsabilice por el daño que hacen a las vías y a la gente del pueblo sediento.