Sin fuerza y turbia llegó el agua después de un año al Callejón San Nicolás, El Rincón parte baja, Maiquetía. Los habitantes de la parte alta deben cargar el vital líquido desde otros lados, por lo que piden a Hidrocapital que bombeen con más fuerza para que llegue hasta sus comunidades.
Eusebia Hernández expresa: «Tengo un año sin lavar mi ropa ni la de mis hermanas. Mi cesta es grandísima, pues mis hermanas son personas con discapacidad, quienes se orinan y debo cambiar las sábanas a cada momento”.
Agrega que tiene fe de que el vital líquido llegue a toda la comunidad y de esta manera poder asear su hogar. «No ha sido fácil lo que hemos vivido, pues somos tres adultos mayores y sobrevivimos con la pensión».
Le pide al Gobernador que mantenga el servicio activo, pues merecen pasar unas navidades tranquilas.RR/jd