“Ejecutivo lanza potes de humo y Decreto de Emergencia desvía causas de la crisis”
* El ciudadano común quiere soluciones a sus problemas
Luis López.– Desde el obrero de una construcción hasta cualquier empresario, necesita de soluciones a los problemas económicos que actualmente azotan al país. “Se aprecia que el Decreto de Emergencia es un artificio, con más fines políticos que soluciones económicas. Pretenden mantener distraído a todo un pueblo, que lograr verdaderos alcances para sacarlo de la difícil situación en la que está”, dijo César Ahmar, empresario y exdirectivo de la Cámara de Comercio.
Explicó que ahora tenemos “un Gobierno rico y un pueblo pobre. Las medidas sólo han servido para resolverles su problema de liquidez. Por ejemplo, la decisión de mantener un dólar a 10 bolívares a quién beneficia. En un ejercicio simple de cualquier ciudadano, al calcular el precio actual del café de 694,21 bolívares al cambio de 10 bolívares por dólar, quedaría en 70 dólares. En qué país del mundo, un kilo de café regulado puede estar en ese precio”.
Agregó que el Ejecutivo más que solicitar una prórroga del Decreto de Emergencia, tiene que explicar claramente este tipo de medidas. “Porque no sabemos con qué caja de conversión trabajan para darle sentido a la economía”.
Sólo hablan de precios
Comentó que para el Gobierno su tema es hablar de precios, pero no de costos, y ese es su temor con la Asamblea Nacional para dar las cuentas.
“La historia señala que donde ha estado gobernando la izquierda, la economía es llevada al sepulcro, y en el país no hay intención de rectificar por parte del Ejecutivo. No se puede hablar de soluciones reales, si no se habla de causas reales. No se quiere hablar del fracaso de las expropiaciones, por ejemplo. Este es un estado planificador, que igual al de 1918 en la Unión Soviética, llevó a su pueblo a pasar necesidad y hambre. Ya vemos cómo los sectores salud y economía sólo son un sepulcro”.
Hizo referencia a un pensamiento de Abraham Lincoln (1848): “No se puede lograr la prosperidad desatendiendo una economía pendiente. No se puede fortalecer a los débiles debilitando a los fuertes. No se puede ayudar al asalariado, restringiendo al patrón. No se puede llevar adelante la hermandad del hombre, alimentando el odio de las clases. No se puede ayudar a los pobres, destruyendo a los ricos. No se puede establecer una economía sana con empréstitos. No se puede evitar la calamidad gastando más de lo que se gana. No se puede forjar carácter y valentía, quitando al hombre su iniciativa e independencia. No se puede ayudar al hombre permanentemente en lo que él pudiera hacer por sí mismo”./ar