Ante el anuncio del Kremlin para la movilización parcial de sus reservistas, de cara a acudir al frente de batalla en Ucrania y la huida de miles de ciudadanos rusos a los países fronterizos, Estados Unidos ha pedido a todos los conciudadanos que estén de visita o residan en Rusia a abandonar el país de inmediato.
La embajada norteamericana en Moscú ha manifestado también que “los ciudadanos de Estados Unidos no deben viajar a Rusia”, advirtiendo sobre la posibilidad de que el país presidido por Vladímir Putin niegue la ciudadanía estadounidense de personas con doble nacionalidad.
“Podría impedirles el acceso a la asistencia consular de EE UU, prohibir su salida de Rusia y llamar a filas a los que tienen los dos pasaportes”.
El comunicado también llega después de que países europeos como Bulgaria o Polonia, hiciesen lo propio días atrás. Varsovia llegó a advertir que, en caso de “un deterioro drástico” de la situación de seguridad con cierre de fronteras u otras circunstancias imprevistas, la evacuación “puede ser obstaculizada o incluso acabar siendo imposible”.
Desde que el anuncio del Kremlin de la movilización de 300.000 militares reservistas, que recibirán un entrenamiento adicional y una salario acorde al servicio militar activo, decenas de miles de rusos han huido en apenas una semana. Muchos de ellos lo han hecho a los países que comparten frontera con Rusia, como es el caso de Finlandia, Estonia, Georgia y Kazajistán.