La Casa Blanca ha endurecido sus sanciones contra Rusia por los crímenes de guerra en Ucrania, llegando a penalizar a Maria Vorontsova, de 36 años, y Katerina Tikhonova, de 35, ambas hijas del presidente Vladímir Putin.
Según el departamento del Tesoro, “Tikhonova es una ejecutiva de tecnología cuyo trabajo apoya a la industria de defensa y al gobierno ruso”.
Mientras que su hermana, Vorontsova, “dirige programas financiados por el estado que han recibido miles de millones de dólares del Kremlin para la investigación genética y son supervisadas personalmente por Putin”. Sus activos e intereses están congelados en el país norteamericano.
Un alto funcionario del gobierno de Biden señaló que: «creemos que muchos de los activos de Putin se ocultan bajo el nombre de miembros de la familia, y es por eso que los estamos atacando».
También recibirán sanciones la esposa y la hija del ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov. Al igual que el expresidente y ex primer ministro de Rusia Dmitry Medvedev y el primer ministro Mijail Mishustin.
El castigo ha sido pactado con los socios en Reino Unido y la Unión Europea, que han aplicado o preparan penalizaciones similares contra el régimen ruso.
Los bancos
Además, Washington amplía castigo contra el sistema bancario ruso, con penalizaciones sobre Sberbank y Alfa Bank, a los que se corta del sistema financiero estadounidense, junto con sus filiales. Son dos de las mayores instituciones financieras de toda Rusia.
Se espera que los estados miembros europeos impongan una «prohibición total de transacciones» con cuatro bancos rusos y prohíban una variedad de otras importaciones rusas y bielorrusas, que incluyen madera, cemento, mariscos y licores, por un valor de unos US$6.000 millones.
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