Estados Unidos quiere presionar más a los gobiernos que «permitan la trata de personas», afirmó este martes el secretario de Estado, Antony Blinken, citando a Cuba, durante la primera reunión de un grupo creado por el presidente Joe Biden para combatir este flagelo.
Se trata de un problema global puesto que los traficantes actúan en prácticamente todos los países, incluso en Estados Unidos, y por eso «debemos tener una coalición global para enfrentarlo, una que abarque el gobierno, las empresas, la sociedad civil y todas las demás partes de nuestra sociedad», dijo.
«Tenemos que encontrar más formas de ejercer presión efectiva sobre los gobiernos que participan o permiten la trata de personas: China, Cuba, Corea del Norte y Rusia», añadió en un comunicado.
El Grupo de trabajo interinstitucional del presidente para monitorear y combatir la trata de personas (PITF, por sus siglas en inglés) tiene como objetivo coordinar a 20 agencias federales para combatir este fenómeno.
El Plan de Acción Nacional estadounidense para combatir la trata, que según Washington afecta a unos 25 millones de personas en el mundo, se centra en cuatro pilares: la prevención, la protección, la justicia y la cooperación.