Estados Unidos continuará dando apoyo aéreo a las fuerzas afganas en la lucha contra los talibanes, pese a la retirada de sus tropas del país. Así lo confirmó el Gobierno afgano que celebró la decisión.
«Damos la bienvenida al apoyo aéreo (estadounidense) en operaciones militares. La lucha contra el terrorismo no es solo responsabilidad de los afganos, sino que es una responsabilidad compartida de toda la comunidad internacional», dijo el portavoz de las Fuerzas Armadas afganas, Ajmal Omar Shinwari.
El comandante del Mando Central (Centcom), el general Kenneth McKenzie, señaló en una rueda de prensa en Kabul que Estados Unidos continuará brindando apoyo al Gobierno afgano, lo que incluirá ataques aéreos en defensa de las fuerzas afganas bajo ataque de los talibanes, apoyo logístico, financiamiento, e inteligencia.
«Estados Unidos ha aumentado los ataques aéreos en apoyo de las fuerzas afganas durante los últimos días, y estamos preparados para continuar con este nivel de apoyo en las próximas semanas si los talibanes continúan con sus ataques», dijo McKenzie.
McKenzie visitó Kabul para reunirse con el presidente afgano, Ashraf Ghani, tras un fuerte aumento de los ataques de los talibanes en todo el país en los últimos tres meses, durante los cuales los insurgentes han capturado alrededor de 125 centros de distrito, la mayor ganancia territorial en las últimas dos décadas de lucha.
«Me gustaría ser muy claro, el Gobierno de Afganistán se enfrenta a una dura prueba en los próximos días. Los talibanes están intentando crear una sensación de inevitabilidad. Están equivocados. No hay una conclusión predeterminada para esta pelea. La victoria de los talibanes no es inevitable”, dijo McKenzie.
La Administración afgana está bajo una enorme presión, y «los próximos días y semanas determinarán si el Gobierno podrá defender el país que tienen. Como he señalado, no creo que vaya a ser una tarea fácil», agregó.
Un informe de Naciones Unidas aseguró hoy que al menos 1.659 civiles murieron y 3.254 fueron heridos en los primeros seis meses de 2021, lo que muestra un aumento de la violencia del 47% en comparación con el mismo período en 2020. La violencia armada se disparó tras el inicio de la fase final de la retirada de las fuerzas estadounidenses y de la OTAN el 1 de mayo de Afganistán.