Ecuador y Venezuela llegaran a la reunión semestral de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, el viernes en Viena, con el objetivo casi imposible de que el cartel acepte recortar la producción, ante el temor de que el precio del barril de crudo siga cayendo.
Venezuela, que obtiene un 96% de sus divisas a través de la petrolera estatal Pdvsa, intentará convencer a las monarquías del Golfo, encabezadas por Arabia Saudí, de que acepten recortar la producción.
Planteará «que todos los países de la OPEP respeten los techos de producción y evalúen la propuesta de una reducción del 5% de producción», dijo el martes el presidente Nicolás Maduro.
El país sudamericano, sexto mayor productor de la OPEP, bombea cerca de 2,68 millones de barriles diarios.
La economía de Venezuela, lastrada por el nivel actual de los precios, afronta una dura crisis económica que podría llevar a una contracción de la actividad de 6% en 2015, según unas consultoras privadas y organismos internacionales como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, y el Fondo Monetario Internacional.
Frente a la escasez de divisas que afronta Venezuela, países como Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait y Catar, que suman más de la mitad de la producción de la OPEP, cuentan con grandes reservas de divisas para resistir la caída de los precios del petróleo.
Los precios del crudo han perdido más del 60% de su valor desde junio de 2014, pero Arabia Saudí, embarcada en una estrategia de saturación del mercado, quiere mantener la cotización baja para bloquear la entrada al mercado de productores de crudo de esquisto.