Un histórico jabillo que se encontraba dando vida y sombra en el sector La Veguita, del pueblo de Osma fue talado por un sujeto «inescrupuloso arbitrariamente y sin ningún tipo de autorización. Cuando cayó el árbol, tumbó el cableado eléctrico y por este hecho, dejó a varias familias sin el suministro de electricidad», denunció un vecino afectado que pidió no ser identificado por temor a represalias.
Señaló que «varios de los afectados nos trasladamos hasta el Comando de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), subiendo la Costa que suponemos deben ser los garantes de las zonas rurales y encargados de sancionar este tipo de delitos ambientales pero ignoraron nuestra denuncia».
En la Ley de Bosques se establece que el poder municipal puede otorgar autorizaciones para la tala y poda de árboles con fines de seguridad y mantenimiento, excepto las especies en veda, que deben contar con el visto bueno del Ministerio de Ecosocialismo (antes de Ambiente).
Además, cuando se tala un árbol se deben reponer entre 8 y 10 ejemplares y puede acarrear multas en unidades tributarias.