Luisana Brito.- Los drenajes de la avenida principal de Naiguatá, específicamente en el cruce de la calle Páez y Pueblo Abajo, están tapados. Vecinos aseguran, que desde hace tres meses no le hacen mantenimiento, lo que ocasiona que las aguas servidas se desborden por la carretera.
El dirigente vecinal, Carlos Armas, informa que con esta problemática se ven afectados los estudiantes de la Escuela Municipal de Naiguatá, donde hacen vida más de 1.200 niños, los trabajadores y consumidores del Automarcado Ríomar, de la panadería y de la farmacia Farmafer, pero sobre todo los usuarios de la Ruta Municipal Socialista, quienes día a día tienen que convivir con los malos olores.
“Es necesario que las autoridades con competencia en materia hidrológica tomen cartas en el asunto. Este es un foco de contaminación permanente y se puede desatar un brote de enfermedades infectocontagiosas. Estas alcantarillas deben de recibir mantenimiento, por lo menos cada tres meses y más cuando llueve, porque se tapan por lo sedimentos de tierra y cualquier basura que caiga por ahí”.
Destaca, que cuando la limpian, solo sacan la tierra que está de manera superficial. “Hace falta que introduzcan un camión vactor y bombeen agua para que los desechos fluyan hasta la boca y no se genere este congestionamiento”.
Agrega, que la obstrucción perjudica, por la acumulación de basura, a los puestos de teléfonos, pues asegura, que como no hay contenedores, para que los habitantes y comerciantes depositen sus desechos ahí, es más fácil improvisar un botadero provisional, que a la larga se hace permanente.
“Si cumplieran con el recorrido no se llegaría a este extremo. No hay un día en que las calles se mantengan limpias por lo menos 24 horas”. LB/ mp