La emboscada de una caravana en la que viajaba el gobernador del departamento colombiano de Caquetá, Arnulfo Gasca, dejó la noche del sábado 2 policías muertos y varios heridos.
El Partido Conservador, del que forma parte el gobernador, rechazó y condenó «el cobarde atentado» contra Gasca, «quien fue emboscado en área rural del municipio Unión Peneya mientras realizaba una visita para inaugurar una vía». El funcionario salió ileso.
Por su parte, la Agencia de Renovación del Territorio rechazó «el atentado en contra del gobernador de Caquetá, @GascaArnulfo, y varios uniformados de la @PoliciaColombia».
«Nuestras condolencias a los familiares de los policías que resultaron muertos y pronta recuperación para los heridos», expresó esa agencia gubernamental.
En el departamento de Caquetá, uno de los más golpeados por el conflicto armado colombiano y uno de los antiguos fortines de la desmovilizada guerrilla de las FARC, tienen presencia grupos de disidencias de ese grupo armado que firmó un acuerdo de paz con el Gobierno en noviembre de 2016.
El pasado 27 de enero, un convoy de tres vehículos de Naciones Unidas y del Consejo Noruego de Refugiados fue atacado por hombres armados cuando se dirigía a San José del Guaviare. Por suerte todos sus miembros salieron ilesos.
El ataque fue perpetrado en la localidad de Puerto Nuevo, en el departamento del Guaviare, donde 2 de los 3 vehículos fueron incinerados.