Luisana Brito, luisanablaverdad@gmail.com.- La desesperación por la falta de comida y el presunto desvío de dos camiones de Alimentos Polar despacharían en la Tienda de El Pollo, Distribuidora El 93, Mercado Comunitario y Sambilito, fueron los detonantes para que los vecinos de la parroquia Catia la Mar y Urimare trancaran la avenida La Armada, a la altura del César Nieves, pasadas las 7 y media de la mañana.
Consumidores explicaron que el retraso y los pocos rubros que contienen las bolsas que reparten los CLAP también influyó en la manifestación, pues desde el lunes en horas de la mañana esperaban los camiones, sin embargo, al cierre de nuestra edición se puedo conocer que solo llegó un vehículo al Comunitario.
“Trancamos la vía porque no hay comida en el estado Vargas. Aquí se sumaron los vecinos de La Páez, La Soublette, Playa Grande y La Lucha que no tenemos comida en nuestros hogares. En Catia la Mar llegan los camiones lunes y martes, pero esta semana nos encontramos que fueron desviados para los CLAP”, denunció Sergio Ugueto, de La Páez.
Luis Antonio Freites señaló que lo ideal es que los establecimientos estén abastecidos con los alimentos de primera necesidad. “Nosotros estamos aquí porque no se consigue comida; si no hacemos cola no comemos. Queremos conseguir harina Pan, arroz, pasta, café y azúcar sin tener que comprarlos a los bachaqueros”.
Manifestó que si no fuera por los despachos, no tendría para comer. “Aquí estamos desde ayer (lunes) en la mañana, aguantando sol y lluvia para comprar y aún no lo hemos hecho. Dejamos nuestras casas solas para hacer largas colas y no logramos nuestro objetivo. Madres desesperadas con sus hijos en brazos, personas con bastón y ancianos; es horrible esta situación”.
Bolsas de los CLAP llegan chucutas
Otra de las quejas de los vecinos es que las bolsas de los CLAP llegan con menos productos y más caras, por lo que familias con más de seis integrantes tienen que buscar la manera de rendirlas.
“Es imposible que una bolsa que nos llega cada quince días alcance para una familia numerosa. La últimas vez que las compramos trajeron dos harina Pan, un arroz, una pasta, una salsa de tomate y una lata de sardina que estaba vencida. No nos venden leche en polvo y por eso es que tenemos que hacer cola. Si ahora desvían los camiones ¿Qué vamos a comer?”, se quejó Jenny Jiménez.
Rosario Millán exigió que las bolsas lleguen resueltas. “Estábamos acostumbrados a ir al supermercado y comprar lo que nos hiciera falta y nunca tuvimos que esperar por el Gobierno de turno para comer. Nos estamos muriendo de hambre y no se dan cuenta”.
Personas con discapacidad piden ser tomadas en cuenta
Aseguran que las personas con discapacidad deben mostrar su carnet para poder comprar, pues según María Emilia Mayora, en el Bloque dos de La Páez no son tomados en cuenta por el consejo comunal.
“Le dejé el carnet a mi hija mayor para que comprara la bolsa y le dijeron que no. Los pocos alimentos que están vendiendo no nos alcanzan. Nuestros hijos están mal nutridos. Mi niño me pide tetero todas las noches y no tengo con qué preparárselo”.
Pide al Gobierno Nacional aumentar la producción interna para que el pueblo no tenga que hacer tantos sacrificios para conseguir los rubros. “Queremos que llenen los estantes con comida de verdad y no con golosinas o desinfectantes como lo hacen en el Bicentenario; si tienen que aumentar de precio que lo hagan, pero que llegue la comida”.
No respetan a la tercera edad
Russy Martínez denunció que los adultos mayores son maltratados por los cuerpos de seguridad cuando están en la cola. “Los gritan y empujan. No quieren respetar y eso es algo el que gobernador García Carneiro debería sancionar. Ya basta de tantas agresiones contra el pueblo y que los hechos queden impunes”.
Congestionamiento vehicular
La tranca en la avenida La Armada, a la altura del César Nieves, generó un fuerte congestionamiento vehicular, por lo que el transporte público urbano optó por movilizarse por la vía interna de Vía Eterna y salir por Zamora, mientras que la de Caracas- La Guaira, por Mare.
“Los carros no avanzaban ni un centímetro. A todos los pasajeros nos daba miedo bajar y caminar porque la zona de Vía Eterna es bastante peligrosa. Todos llegamos tarde a nuestros trabajos”, señaló Isabel Domínguez, quien trabaja en la aduana aérea./jd