Luisana Brito, uisanablaverdad@gmail.com.- Con filtraciones en las columnas, techo desprendido, suelo hundido y sin agua, sobreviven dos familias en una casa ubicada al lado de la plaza Jerusalén, en Maiquetía. Aseguran que quedaron damnificados en la tragedia del 99, y desde entonces han introducido documentos en Ivivar y en la Gran Misión Vivienda Venezuela, pero no los han adjudicado.
Deisy Méndez de Moros, explica que perdió su casa cuando el río de Quebrada Seca, en El Rincón, arrasó con todo. “Hemos tenido que vivir alquilados en varias casas, pero de todas nos mandan a sacar. No cuento con los recursos para comprar un terrero y construir una casa”.
Tiene más de 15 años subsistiendo en precarias condiciones, y en el 2010 se le desprendió el techo del cuarto donde dormían los niños. “Poco a poco se ha deteriorado la infraestructura. Han venido los bomberos y Protección Civil a evaluar el terreno, y nos dijeron que teníamos que desalojar porque corremos peligro de que se desplome con nosotros adentro. Estamos pasando trabajo. Cuando llueve cae más agua adentro que afuera”.
Destaca que ha pedido ayuda en la Gobernación y Alcaldía, pero no ha sido beneficiada. “Le entregamos una carta a la primera dama María de García, y todavía estamos a la espera de una respuesta. A pesar de que tenemos un parentesco con el presidente Nicolás Maduro Moros, no nos toman en cuenta”./ar