“Multitudes violentas dañaron o demolieron al menos 25 negocios, quemaron edificios públicos y lanzaron ladrillos a oficiales de policía, lo cual no fue tolerado por ellos. Estos no son actos de protesta pacífica sino en realidad de terrorismo doméstico”, indicó el presidente de Estados Unidos durante una mesa de trabajo junto a miembros de las fuerzas de seguridad y de la comunidad en Kenosha, en Wisconsin.
“Mi administración coordinó con las autoridades locales y del estado para desplegar muy rápidamente a la Guardia Nacional y las fuerzas de seguridad federales en Kenosha y frenar la violencia. Apoyo fuertemente el uso de estas fuerzas en otras ciudades”, agregó Trump.
Las manifestaciones en Kenosha, una ciudad en el sur del estado de Wisconsin, comenzaron el 23 de agosto, luego de que el afroamericano Jacob Blake recibiera cuatro disparos por la espalda de parte de la policía ese mismo día y en el contexto de una ola de protestas a nivel nacional contra la violencia y la discriminación contra minorías de parte de las fuerzas de seguridad.