Dos semanas después de ser descalificado en el Abierto de Estados Unidos, Novak Djokovic tuvo motivos de sobra para celebrar.
El serbio derrotó 7-5, 6-3 al argentino Diego Schwartzman para consagrarse campeón del Masters 1000 de Roma por quinta ocasión. También dejó atrás a Pete Sampras para quedar segundo con más semanas como número uno del ránking, al llegar a las 287, por detrás de las 310 de Roger Federer.
La victoria en la arcilla romana también restablece la supremacía de Djokovic a seis días del inicio del Abierto de Francia en Roland Garros.
Djokovic quedó con marca de 31-1 este año. Su única derrota, ante Pablo Carreño Busta, fue en los octavos de final del US Open, donde le propinó un pelotazo en el cuello a una jueza de línea, en un arrebato que provocó su descalificación.
Ante Schwartzman, presente por primera vez en la final de un Masters 1000, Djokovic revirtió un 3-0 en el primer set y acabó domando al tenaz argentino, llevándose 12 de los últimos 14 puntos.
Con su cetro 36 de la Serie Masters 1000, Djokovic ahora aventaja por uno a Rafael Nadal en la tabla histórica.
En la final femenina, la rumana Simona Halep se proclamó campeona por primera vez tras el abandono de la checa Karolina Pliskova en el segundo set por una dolencia en el muslo izquierdo.
Halep, máxima cabeza de serie, ganaba 6-0, 2-1 cuando Pliskova no pudo continuar tras 31 minutos de partido por molestias en la parte baja de la espalda.
Las autoridades permitieron a los organizadores del torneo tener una cifra reducida de público para las últimas rondas en el Foro Itálico. Unos mil aficionados pudieron ingresar a la cancha central, con un aforo máximo de 10.500.