María Lourdes Arráez
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“La tragedia de 1999 le dio la oportunidad a algunos de hacerse millonarios, ingresaron recursos y hay una opacidad absoluta en relación a ellos, no hubo control, y los que menos se beneficiaron fueron los varguenses afectados. Si algo ha signado estos 20 años desde que el chavismo llegó al poder es la corrupción, que ahora 20 años después Maduro dice que es el enemigo a vencer”, manifiesta el diputado a la Asamblea Nacional César Alonso.
Señala que en el Plan Bolívar 2000 no hubo quien fiscalizara la asignación de recursos y que a ninguno de los gobiernos que han estado después le interesó hacer algún tipo de búsqueda de la verdad de los recursos que entraron con motivo a la tragedia, no se revisó la gestión de Corpovargas y la única voz denunciando fue el diputado fallecido Pedro Castillo.
Informa que la Asamblea Nacional actual intentó buscar documentación, pero fue imposible, pues muchos de esos actos de corrupción lo hicieron tan perfectamente que no dejaron rastros y quienes manejan documentos son quienes gobiernan el país.
Asegura que 20 años después, si ocurriese un evento similar al desastre natural que enlutó a Vargas y lo marcó para siempre, dejando miles de muertos, damnificados y hogares destruidos, el resultado no sería distinto, pues a su juicio no se han tomado prevenciones para mitigar y disminuir los riesgos en caso de presentarse una situación similar.
Rechaza que en lugares devastados por la tragedia, donde el talud hizo desastres, han hecho construcciones tal como “el hueco” en Los Corales donde están por culminar una urbanización y que además no se sembró conciencia para evitar construcciones en lugares peligrosos, ya que no se entendió que un fenómeno así pudiese repetir y hay que estar preparados.
“Quienes han gobernado al estado en los últimos 20 años no le dieron importancia al tema de concientizar a la ciudadanía, tomar previsiones y ver a larga distancia, dejándole a la suerte que en Vargas se repita una catástrofe similar”.
Anuncia que el domingo 15 de diciembre, a las 10 de la mañana, se llevará a cabo una sesión solemne de la Asamblea Nacional y desde allí expresarán su repudio ante todas las arbitrariedades que se cometieron cuando la tragedia y a las que simplemente “se le echó tierrita”, dilapidando el dinero que debió invertirse para la recuperación de los servicios públicos y con el que pudieron evitar el colapso generalizado de la red de aguas servidas que padece el varguense.
“La tragedia es otra prueba de que la falta de planificación, de seriedad y de amor por Vargas ha sido lo que ha caracterizado a quienes han tenido la oportunidad de hacer cosas y no las han hecho. El dolor sigue latente a pesar de que algunos lo quieran invisibilizar y que piensen que por encima del dolor se pueden edificar cosas”.