Laura De Stefano
Por segundo año consecutivo la Diócesis de La Guaira tomó la dolorosa decisión de suspender el culto público en las iglesias y capillas durante la Semana Santa para evitar la cadena de contagios que en las últimas semanas se ha incrementado debido, principalmente, al relajamiento permitido en los carnavales y a la nueva cepa del virus.
“Pedimos a las autoridades la misma responsabilidad y que no se permitan actos públicos como los de Carnaval con aglomeración de personas en las playas y avenidas. Igualmente invitamos a las otras iglesias cristianas evangélicas a asumir la misma actitud de responsabilidad social”, manifestó monseñor Raúl Biord Castillo, obispo de La Guaira.
Aclaró que la Iglesia de La Guaira no está de vacaciones ni cierra sus puertas, sino que celebra la pasión del Señor Jesús en los hogares y de forma distinta “con la esperanza de la resurrección, con fe en la curación de esta enfermedad y con el compromiso operativo de la caridad. Como dice el Papa Francisco: ‘¡Que no nos dejemos robar la esperanza!’”.
Cada parroquia, indicó, propondrá con creatividad pastoral opciones y alternativas para que todos los fieles puedan acercarse más a Dios a través de la oración, la transmisión de las misas por la radio y por las redes sociales u otras iniciativas en las que se cumplan las medidas de bioseguridad. Invita a los fieles a seguir las misas y actos de culto por la televisión.
“Las parroquias podrán organizar recorridos con las imágenes del Nazareno y del Santo Sepulcro en vehículos que recorrerán las calles de nuestras comunidades. Su paso por los hogares será fuente de consuelo y bendición. En las iglesias donde sea posible se podrán exponer las imágenes santas en los atrios o desde las puertas, para que los creyentes puedan rezar y manifestar su devoción. La diócesis renueva su disposición de cooperar con las autoridades locales, sanitarias y de seguridad, en todo lo que esté a su alcance y que vaya en beneficio de todos”.
«Tenemos que cuidarnos todos»
Invitó a las Cáritas parroquiales que sirven alimentos y distribuyen medicamentos a organizar el servicio, garantizando la seguridad de los voluntarios y sin que haya aglomeraciones de personas.
“Sabemos que no es sencillo aceptar las decisiones adoptadas, pero han sido tomadas en responsabilidad con el compromiso del cuidado de la salud pública y de la vida de todos. Respetamos con subsidiariedad las diferentes situaciones de cada parroquia y sus legítimas competencias. Que nuestra actitud sea abierta, optimista y portadora de esperanza”.
Monseñor Biord se mostró preocupado por el incremento de los casos de covid-19, pues La Guaira está entre los primeros lugares de contagios a nivel nacional. “Han muerto varias personas de nuestras comunidades, muchos están enfermos en los hospitales y otros están en sus hogares porque no hay lugar suficiente en los hospitales o porque están asintomáticos. El virus no respeta edades ni diferencias sociales, políticas y económicas. En esta situación los pobres, que son la mayoría, no tienen los recursos para enfrentar esta enfermedad. Tenemos que cuidarnos todos y prevenir el contagio”.