Galvis Guzmán.- Para nadie es un secreto que el material humano beisbolero de Vargas, en lenguaje metafórico, parece un río caudaloso, alimentado por varias vertientes que representan genéticas humanas específicas, oriundas de nuestra tierra, que lo alimentan, siendo una de ellas, lo que podríamos denominar, la dinastía “cafetera”, representada por las destacadas condiciones, que para esa disciplina representó, el siempre recordado, Carlos “Café” Martínez.
Ya tenemos a dos de sus hijos, que representan dignamente a esos dotes hereditarios que dejó José Alberto Martínez, quien defiende la camiseta de los Tiburones de La Guaira y pertenece a los Reales de Kansas City; y Teodoro Martínez, que está con Tigres de Aragua y con los Yankees de New York en USA; pero la producción de peloteros aún continúa por diferentes senderos.
Ahora, se incorpora Omar Jesús Martínez Rojas, quien firmó con los Medias Blancas de Chicago, a través del scout Amador Arias, y en Venezuela se sumó a los Tiburones de La Guaira, siguiendo el camino familiar, Omar es un outfielder, que lanza y batea a la derecha, y que ha transitado por los espacios del aprendizaje como todo joven con aspiraciones dentro del béisbol, pero bajo la influencia, no habitual, de un ambiente sincronizado con la pelota.
Luego de sus pasos formativos en la región, fue incorporado a la Academia del ex pelotero Carlos Guillén, que funciona en Maracay-estado Aragua, donde se mantuvo durante tres años y medio aproximadamente. “Yo llegué a esa academia con 14 años y allí aprendí, aparte de los elementos técnicos en los aspectos generales del béisbol, el trabajo con disciplina para llegar a buen nivel en pro del futuro”.
“La rutina de trabajo en la academia fue exigente, porque se comenzaba desde las seis de la mañana a entrenar. En mi primer año, eran actividades con mucho béisbol. Luego, se inició el trabajo físico que incluyó pesas”, agregó el joven pelotero.
¿Cómo llegas a la Academia de Guillén ?
“Fue luego de asistir a un campeonato nacional en Margarita, donde representé al estado Vargas. Se me acercó Óscar ‘Manacho’ Henríquez (varguense también y otrora lanzador del Magallanes) y me sugirió que me incorporara a la academia”.
¿Te sientes contento con tu formación en ella ?
“Sí… Ellos me ayudaron a corregir muchas cosas como: el bateo, lanzando y la carrera. Me realizaron varias pruebas. Entre las cosas que mejoré está la carrera, donde culminé agenciando seis segundos ocho décimas en la 60 yardas”.
“Los técnicos de la academia señalaron que mis dos elementos más resaltantes es el bate y el brazo”, completó.
Omar Jesús, que es hijo del hermano menor del desaparecido “Café” Martínez, nos confiesa que tiene en sus dos primos, José Alberto y Teodoro Martínez, los ejemplos a seguir para desarrollarse como pelotero. Del primero, expresó que admira su constancia para lograr mejorar su desempeño en el terreno, siendo reflejo de ello, la campaña que tuvo este año con los Reales de Kansas City; mientras que Teodoro, ha demostrado su alto nivel en el béisbol rentado nacional.
Lo determinante será, que sepa tener la paciencia y la perseverancia que la carrera del pelotero profesional exige en los primeros años de formación y desarrollo, para alcanzar los niveles de excelencia que lo catapultarán, no solo hacia los lugares que Carlos “Café” Martínez alcanzó, sino superarlos porque los récords se hicieron para superarlos.
Le deseamos la mayor de las suertes a este nuevo representante en el béisbol de la dinastía “cafetera”. /mp
