El juez supremo peruano Juan Carlos Checkley impuso 36 meses de prisión preventiva para el expresidente Pedro Castillo, quien ya se encuentra en prisión debido al fallido autogolpe de Estado, mientras es investigado por un caso de corrupción.
Durante una audiencia virtual, Checkley dijo que la medida era “idónea” porque “no se trata de un juicio común, sino uno que reviste alta peligrosidad” y explicó que el exmandatario, detenido por 18 meses de prisión preventiva por el autogolpe, ha incurrido en obstaculización de la justicia mediante el amedrentamiento de testigos, que ha llegado incluso a la misma fiscal general, Patricia Benavides.
Castillo enfrenta una probable pena de 32 años de cárcel por los presuntos delitos de organización criminal, tráfico de influencias y colusión.
Esta decisión, se debe a los cargos por presionar en el nombramiento de un funcionario sin el perfil técnico como gerente general de la estatal Petroperú.
También con el nombramiento del exministro de Transportes y Comunicaciones Juan Silva, prófugo de la justicia, con la supuesta intención de copar ese ministerio con funcionarios afines que faciliten direccionar los proyectos” de infraestructura, a cargo de esa cartera.
Por su parte Castillo niegas la acusaciones y asegura que es parte de un complot para acusarlo.