Ángel Di María anunció antes de la Copa América que dejaría la selección argentina tras el torneo y, pese a la euforia que rodea al conjunto de Lionel Scaloni, el partido semifinal le asoma a la posibilidad de un final prematuro, temido por los aficionados y no deseado dentro del grupo que ha formado Lionel Scaloni.
Di María está recogiendo en esta Copa América el cariño acumulado en casi 16 años de servicio vestido de Albiceleste. Ciento cuarenta y tres partidos en los que vivió las épocas más oscuras y, también, el resurgir de un conjunto que ahora parece imparable.
‘El Fideo’ fue el escudero imprescindible, el ‘Scottie Pippen’ de ‘Jordan’ Messi, sin el que es imposible entender los éxitos de Argentina, campeona olímpica en Pekín 2008, de la Copa América 2021, de la Finalissima 2022 y del Mundial de Catar, siempre con goles de Di María en las finales.
“La Copa América será la última vez que vista la camiseta argentina. Con todo el dolor del alma y sintiendo un nudo en la garganta, me despido de lo más hermoso que me pasó en mi carrera”, publicó en las redes el jugador, que desde el 1 de julio también está pendiente de decidir su futuro, tras desligarse del Benfica.
Di María está disfrutando esta Copa América, en la que ha lucido el brazalete de capitán en ausencia de Messi, ha salido al campo de la mano de su hija, con quien escuchó los himnos antes del partido contra Perú, y ha visto cómo un estadio repleto coreaba su apodo.
Pero, ni la insistencia del cuerpo técnico, ni las peticiones de sus compañeros, ni el clamor del público en las gradas han sido capaces de hacerle cambiar de opinión.