Devotos naiguatareños pidieron salud y unión a San Pedro Apóstol

*Acompañado de San Juan, San Antonio y de todo el pueblo de Naiguatá, el Santo recorrió 28 casas de promeseros

Luisana Herice

Como cada 29 de junio, la alegría, el fervor y la devoción de propios y visitantes desbordaron las calles de Naiguatá. Vestidos de verde y al ritmo del tambor veneraron a San Pedro Apóstol. Cánticos como “¡San Juan se va, San Pedro llegó, el año que viene volverán los dos!” no se hicieron esperar, así como nuevas promesas, que aseguran que la participación será mayor el próximo año.

La festividad comenzó con la misa realizada en la iglesia San Francisco de Asís, donde devotos acudieron para dar gracias por los favores recibidos. A las 10:00 am culminó la homilía y comenzaron los repiques, que se extendieron hasta aproximadamente la medianoche.

Como ya es tradición en la parroquia, San Pedro Apóstol se encontró con San Juan y San Antonio, quienes al son de los tambores y de «Buen día Juan, Buen día Pedro» acompañaron al festejado durante el recorrido por las 28 casas de los promeseros.

A pesar de la crisis, los promeseros se esforzaron y recibieron a los visitantes con refrigerios. Tal es el caso de la familia Flores-Romero, quienes por más de 50 años reciben a San Pedro Apóstol y le rinden honores.

«Este año es muy duro para nosotros, porque es el primer año que recibimos la imagen sin la presencia de mi madre, Petra Romero, que era muy devota, pero nosotros seguiremos la tradición», expresó Wendy Flores.

Las peticiones para este año coincidieron: salud, paz, unión y reconciliación. «La petición de la familia Longa es que sigan cultivando la fe en Dios y en sus apóstoles, seguir unidos y vivir en paz y armonía como hermanos», apuntó Griselda Longa, quien como todos los años viajó desde Margarita para acompañar a su familia en la celebración./va

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