Como cada mes de mayo, devotos y fieles de La Cruz preparan sus peticiones o simplemente organizan festividades para rendirle honores por los favores concedidos al ritmo de fulías y décimas.
Luis Castillo, presidente de la sociedad Hermandad de La Cruz, explicó que su creencia por el símbolo cristiano empezó hace 50 años; luego de realizar peticiones y ser escuchado, decidió continuar venerándola por el resto de su vida.
Castillo señaló que la devoción también se festeja en España y se remonta a la época de La Colonia, cuando los agricultores y pescadores le daban gracias a la tierra por la abundancia de frutos y flores en este mes. Además, según cuentan los mayores, en el cielo se dibuja una cruz con la unión de las estrellas.
“Todos esos aspectos se mezclaron y por esa razón se celebra y agradece, por toda la abundancia recibida”.
Comentó que su nieta también participa de la devoción y es quien cada año la ayuda en la decoración de la imagen. “Lo más importante de pedirle a La Cruz, es hacerlo con fe. No importa la petición, solo el fervor”.
Informó que le hacen homenajes especialmente en Carayaca, Tarmas, Chichiriviche, Cruz Verde, La Guaira, El Cardonal, Tanaguarena, Naiguatá y Caruao.
La Hermandad de La Cruz es un grupo de 60 integrantes, quienes son los encargados de hacerle seguimiento a la festividad, cantando las fulías y décimas. Los instrumentos utilizados son la tambora, la prima, tumbadora, maracas y el cuatro.
“Al despedir el Velorio, se voltea La Cruz y cantan un sangueo o tocan tambor, y el 30 de mayo se hace el Despertar de San Juan en Todasana”./va