La policía detuvo al opositor ruso Alexei Navalny este domingo a su llegada al aeropuerto moscovita de Sheremétievo, cuando se disponía a pasar el control de pasaportes.
Los servicios penitenciarios rusos (FSIN) buscaban desde finales de diciembre al carismático activista anticorrupción y enemigo jurado del Kremlin, al que acusan de violar las condiciones de una condena con suspensión de pena de 2014, que lo obliga a presentarse al menos dos veces por semana ante ellos.
Cuando Navalny, de 44 años, se disponía a entregar su pasaporte en el control de fronteras junto a su esposa Yulia, varios policías lo detuvieron, reportó la agencia AFP. «Continuará detenido hasta la decisión del tribunal», indicó el FSIN.
Navalny permenecía en Alemania desde agosto, cuando llegó en en estado grave por envenenamiento. En su organismo se detectó una sustancia neurotóxica del grupo de Novichok, creada en la era soviética para fines militares.
Para el opositor, el envenenamiento fue orquestado bajo la orden directa del presidente Vladimir Putin, quien no pronuncia nunca su nombre. El mandatario rechaza todas las acusaciones.
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, pidió a Moscú su liberación «inmediata», mientras que Lituania urgió a «discutir nuevas sanciones» contra Rusia, mientras que Polonia llamó a una «respuesta rápida». «Debe ser liberado inmediatamente», instó Jake Sullivan, futuro asesor de seguridad nacional del presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden.
«Aquí estoy en casa. No tengo miedo (…) ya que sé que tengo razón y que los casos contra mí están completamente montados. No tengo miedo de nada y los llamo a no temer nada», declaró el opositor poco antes de su detención.