La espectadora que originó la caída de varios ciclistas del Tour de Francia en Bretaña fue detenida y se enfrenta a una multa de mínimo 1.500 euros. La pena puede ser superior si el alemán Jasha Sütterlin, que se vio obligado a abandonar tras la caída, decide presentar una denuncia.
El sábado, en la primera etapa del Tour, una espectadora que agitaba una pancarta y daba la espalda a los ciclistas que participaban la carrera fue atropellada por el pelotón, lo que provocó la caída de muchos ciclistas a 45 km de la meta.
El Tour de Francia anunció la presentación de una denuncia por el incidente y la policía del departamento de Finisterre había abierto una campaña para que los testigos ayudaran a ubicar a la aficionada imprudente que, tras el alboroto, desapareció de inmediato.
«Allez Opi-Omi!», decía el cartel de la aficionada que se traduce como «Vamos abuelita y abuelito!» en galo-alemán. Inicialmente se había informado que era una turista alemana, pero resultó ser francesa.
La investigación fue abierta por «lesiones involuntarias con incapacidad que no excede los tres meses por violación manifiestamente deliberada de una obligación de seguridad o de prudencia».
Los ciclistas manifestaron su descontento frente a la multiplicación de las caídas por la invasión de los aficionados a la vía.