La Policía de Trinidad y Tobago informó la detención de 13 venezolanos que buscaban entrar ilegalmente al país, entre ellos 6 menores de edad.
El grupo, entre quienes se encontraba un bebé de 3 meses, fue hallado el sábado escondido en una zona del suroeste de la nación.
Las fuerzas de seguridad explicaron que serán trasladados a la base de la Guardia Costera en el Helipuerto de Chaguarama, en el noroeste del país, para pasar la cuarentena por el Covid-19.
El 24 de septiembre fueron detenidos otros 18 venezolanos en una redada en la capital, Puerto España.
Louise Tillotson, investigadora para el Caribe de Amnistía Internacional, indicó en agosto pasado que no era ningún secreto que las autoridades de Trinidad y Tobago “criminalizan la entrada irregular en el país, lo cual es contrario a las normas internacionales de derechos humanos”.
“Expulsar a personas venezolanas y devolverlas a la emergencia humanitaria y de derechos humanos de la que huían, en plena pandemia, es una violación indignante de las obligaciones contraídas por Trinidad y Tobago en virtud del derecho internacional. Ninguna persona debe ser devuelta a un lugar en el que corra peligro de sufrir graves violaciones de derechos humanos”, añadió.