Rescatistas libaneses detectaron el jueves señales de vida bajo los escombros de un edificio en una zona residencial de Beirut que se derrumbó después de una gran explosión el 4 de agosto en el puerto que mató al menos a 190 personas y dejó más de 6.000 heridos.
La agencia de noticias estatal había informado antes que un equipo con un perro de rescate había detectado movimiento bajo un edificio destruido en la zona de Gemmayze, una de las más afectadas por la explosión.
“Estas (señales de respiración y pulso) junto con el sensor de temperatura significan que hay una posibilidad de vida”, dijo el rescatista Eddy Bitar.
El equipo de rescate estaba colocando luces de iluminación en el lugar cuando se puso el sol. Un trabajador de rescate llevó un perro a un montículo de escombros.