A nivel hospitalario se han visto muchos casos de déficit nutricional, tanto en niños como en adultos, y en ciertas zonas de la Gran Caracas hay desnutrición de aguda a crónica en infantes, alertó la nutricionista Mirtha Vera, egresada de la UCV y con 30 años de experiencia en nutrición clínica.
Explicó que el déficit nutricional es multifactorial, particularmente lo que se conoce como desnutrición. Pero, muchas veces es por desconocimiento de las madres que son muy jóvenes e ignoran la importancia de la lactancia materna en los menores de 6 meses.
Otros factores son la inadecuada introducción de alimentos en niños de seis a un año de edad (no deben perder las primeras horas del desayuno), la situación económica y por último la falta de variedad en la alimentación.
“No se está consumiendo suficientes frutas ni vegetales. Hay una dieta muy monótona basada en farináceos (harina, pasta y granos), carente de fibra. Hemos detectado muchos casos de anemia, del tipo carencial, no solamente en niños, sino en adultos y ancianos”.
La especialista manifestó que, de acuerdo a estudios, el déficit nutricional en las etapas primordiales de crecimiento traerán consecuencias como un desarrollo cognitivo disminuido que lo limitará en la etapa escolar.
En el adulto un coeficiente intelectual bajo y desde el punto de vista físico tendrán menos capacidades. “Hay mucha probabilidad que un niño desnutrido sea un adulto obeso”.
Alto consumo de alimentos refinados La licenciada Vera manifestó que Venezuela tiene la paradoja de déficit y exceso nutricional, es decir enfermedades del primer mundo con enfermedades de países subdesarrollados.
Hay una pandemia mundial de obesidad y de síndrome metabólico con agravante en el estado de salud de la persona adulta que lo llevará a sufrir de infarto, acceso vasculares más temprano y disminución de la capacidad productiva”.
Señaló que esto ocurre porque hay un alto consumo de alimentos refinados, cargados de energía con caloría vacía. También porque los consumidores seleccionan alimentos con menos calidad nutricional como las bebidas gaseosas con alto contenido de azúcar y muy adictivo al nivel cerebral.
“Hay que establecer desde el punto de vista del Estado políticas bien diseñadas para contrarrestar toda esta pandemia porque la población corre el riesgo de sufrir dolores articulares, migrañas, infarto, alteración de los líquidos sanguíneos, dolores crónicos, pancreatitis, cálculo biliares e hiperinsulinismo y en el caso de la mujeres desarrollar ovarios poliquísticos y síndrome premenstruales”.
La nutricionista recomienda evitar todo los alimentos procesados. Resaltó que el país cuenta con una excelente culinaria y que debemos volver a nuestras recetas, a las bebidas tradicionales como el papelón con limón, chicha, Carato de mango o de cereales nutricionalmente apropiadas.
Sugiere cocinar y planificar con los recursos disponibles nuestros platos. Usar las hortalizas y tubérculos, y no abusar del pan.
Pero, sobre todo realizar actividades físicas y exponernos al sol a las primeras de la mañana, comer en familia e involucrar a nuestros hijos en la compra de los alimentos./LDS