El suministro del agua es vital para las comunidades, pero en el estado es una falla permanente. En Corapalito optan por una manera de aviso a la falta de agua y es despegar las tuberías.
Luis Romero y Adrián Acuña, son dos mecánicos que trabajan en dicha zona en la que con su duro trabajo como mecánicos y con un horario de 6 am hasta 7 pm, no cuenta con el tiempo para poder estar al pendiente de las pocas probabilidades de que llegue el agua así que toman como solución despegar las tuberías y cuando se bota el agua saben que ha llegado.
Todo un negocio
Con la constante falta de agua, algunos vecinos optan por cobrar $2 para que otros puedan tener el servicio en sus casas, la cual es suministrada de la montaña y repartida a toda la comunidad siempre y cuando tengan los $2 al instante.
Por otro lado, los 15 días hábiles para la entrega de la bolsa del Clap parece no cumplirse en Corapalito. Es a veces una incertidumbre, pues no saben si llegará o no.
Adrián Acuña comenta: “Las bolsas tardan alrededor de un mes y hasta mes y medio. Cuando llega nos ahorramos un dinero en la compra de la comida, por lo que cuando no llega nos vemos en la necesidad de gastar más”.