María Elena Moreno, memlaverdad@gmail.com.- De forma paulatina ha ido incrementando el número de casos de despedidos a raíz del aumento de salario decretado el pasado 12 de agosto por el Presidente.
Algunos empleados acuden a la Inspectoría del Trabajo desde bien temprano a pedir reenganches, otros el cálculo de sus prestaciones porque saben que su patrón ya “no da para más”.
Según información extraoficial, antes del anuncio se recibía un máximo de 10 casos y ahora la cifra se elevó a 30.
A solo tres días de decretado el aumento Danielys Marín, ex trabajadora de Movistar, recibió la mala noticia. “Llegué y me dijeron que ya no era posible mantenerme en el cargo porque era mucho gasto. Me despidieron porque de cuatro empleados yo era la más nueva, solo tenía cinco meses”.
Con su cálculo de prestaciones en mano lamenta que las opciones laborales sean cada vez más limitadas sobre todo para los varguenses jóvenes. “Tendré que buscar cómo resolver, sé que como yo hay muchos en este momento”.
Empresarios y comerciantes están “en las últimas”
Al consultar con la Cámara de Comercio La Guaira sobre estos despidos, aseguran que es la salida que muchos han visto en medio del panorama de crisis e inactividad.
“Esto ha venido sucediendo porque desde hace rato que no se produce ni se vende nada. El mismo Gobierno ha asfixiado al sector privado para que se rinda. Los que tienen nóminas grandes tienen que cerrar porque sino quebrarán”.
No descarta futuros anuncios de cierre de establecimientos porque “es insostenible cubrir tantos gastos cuando no hay ingresos, además de soportar todos los ataques. Estamos atravesando una situación grave y si se siguen haciendo aumentos inconsultos el desempleo será masivo”.
Precisa además que este tipo de anuncios impiden la motivación a invertit en el Estado. “Nadie se arriesga a montar un negocio porque no hay seguridad de ningún tipo. La desconfianza está en la cabeza de la pirámide. La meta del Ejecutivo es destruir al sector privado”.
Administración pública también ha hecho recortes
También obtuvimos testimonios de trabajadores del Estado que fueron despedidos de aerolíneas hasta obras públicas.
Willys Bermúdez, ex obrero de Ivivar, denuncia que “de la nada me dijeron que ya no podíamos seguir trabajando y me botaron junto a cinco compañeros más. Sabemos que esto se debe al recorte que están haciendo por el tema del sueldo”.
En situación similar fue informado su compañero de labores Roniel Bermúdez que ahora se pregunta qué hará “para resolver las necesidades de mi familia. Tengo un hijo que hasta usa pañales y conseguir trabajo no está nada fácil. Luego de cinco meses simplemente dejamos de ser útiles”
La inamovilidad laboral debe respetarse
Por su parte, la inspectora del trabajo, Lisette Noda, afirma que no procede solicitar reducción de personal por el aumento del sueldo y bono de alimentación. Recuerda a los patronos que la Inamovilidad Laboral sigue vigente y se extiende hasta el 2019.
“Queremos que no olviden en ninguna empresa o institución que los únicos causales de despido viables son los estipulados en el artículo 79 de la LOTT. Además que nuestro ente es el único que avala si el despido puede efectuarse o no. El aumento del ingreso del trabajador no puede usarse como excusa”.
Hace un llamado a los empleados en esta situación a evitar firmar renuncias y “acudir de inmediato a la inspectoría a ampararse para nosotros estudiar el caso y de inmediato se procede al reenganche”.
Aumentos de salario no reactivarán la economía
El economista Ronald Rivas alerta que los afectados son los comerciantes y empresarios y los trabajadores quienes ni siquiera verán “una mejoría en su poder adquisitivo pese a ese 100% de aumento”.
Señala que las opciones al venezolano se le han ido agotando al igual que al sector privado “se le estrangula en ese afán de emitir políticas de alza salarial que no vienen acompañadas de control de la inflación y por supuesto más producción por parte del empresariado y de las empresas del Estado”.
Asegura que el impacto social de esta decisión podrá verse en los próximos meses cuando “aumente el cierre de empresas”.
Insiste en que urge la reactivación del aparato productor y la inclusión del empresariado que “ahora menos querrá invertir en el país. Pueden criticar la reducción de personal, pero el Gobierno también la irá haciendo porque sus nóminas son exorbitantes, sin necesidad alguna”. /MEM